JUGUETES ROTOS DE NAVIDAD

Pues sí, llega la Navidad y a más de uno se le vá a ocurrir regalar un perrito o un gatito o un animalito a sus hijos, padres, primos, amigos... etc.

Poner un animalito en tu vida es una fuente de alegrías pero también de obligaciones. Por supuesto, no estoy en contra de este tipo de regalos, pero antes de nada, la persona que lo va a regalar/comprar debería tener en cuenta una serie de puntos:

-un animal es un ser vivo, no es un peluche ni un juguete para los niños.
-los cachorros de pequeños son preciosos (y de mayores) y muy tiernos... pero crecen.
-un cachorro va a hacer sus necesidades por toda la casa y va a romper muchas cosas, necesita mucha educación y mucha paciencia por parte de sus dueños.
-necesita su atención veterinaria, de pequeño, adulto y mayor.
-necesita su alimentación, sus baños, sus mimos y paseos, todos los días y varias veces al día. Aunque tengas jardín, sigue necesitando que le hagas caso.
-puede vivir una media de 12-17 años. Cuanto más viejito sea, más atención veterinaria supondrá.
-por desgracia, en ocasiones, tendrás gastos extras que tienes que asumir: enfermedad, accidentes, cirugías.
-si te vas de vacaciones, y no te lo puedes llevar ni dejarlo con nadie, supone un gasto añadido dejarlo en una residencia canina, en condiciones.
-si no lo educas correctamente, luego querrás “deshacerte” de él. No es justo.
-si hay niño/s en casa, hay que educar a ambos a respetarse y quererse mutuamente.
-hay que informarse mucho y saber elegir, ya sea comprado o adoptado, qué tipo de perro o gato se integraría mejor en nuestra familia, que esté bien de salud, macho o hembra, cachorro o adulto, pequeño o grande...

y muchas cosas más...

Los que compartimos nuestra vida con animales de compañía sabemos perfectamente dónde nos metemos cada vez que acogemos otro. Siempre compensa más su existencia que las obligaciones que conllevan. Aunque más de una vez habremos dicho: “uf, tengo que sacar al perro, con lo que llueve”, pero lo haces y tan ricamente.

Por eso, pensad seriamente si realmente podéis haceros cargo de un animal de compañía. Yo a muchos cachorros que veo en estas fiestas les auguro un más que probable abandono en Junio, casualmente cuando el perrito tiene unos 8 meses y casualmente cuando llegan las vacaciones, POBRE JUGUETE ROTO.

Recuerdo un pseudocliente mío que se quejaba: “yo no quiero un perro que se mee y se cague y tenga que estar sacándolo cada dos por tres, y claro, luego que hago en vacaciones , pero los niños se han empeñado..y bla bla bla” , le contesté finamente: “hay un montón de perritos de juguete, que ladran cuando quieres, mean cuando quieres y duermen cuando quieres, además no tienen ni que irse contigo de vacaciones y el único gasto es ¡cambiarle las pilas cuando se acaben!”... es que... tela ...telita...

Felices Fiestas.